14feb2024
He comenzado el año riéndome a carcajada y he tenido varias ideas geniales, me pasa a veces. Son geniales hasta que te pones a desarrollarlas, entonces pasan a ese lugar ventoso y oscuro de la pobreza creativa. El crematorio de la espontaneidad. Tu mente se centra en todos los motivos por los que no debes hacerlo con una agilidad pasmosa.
Por eso voy a intentar expresar lo que siento porque lo que pienso me interesa menos. Lo que pienso suele estar ligado a estructuras, a convenciones, traumas y demás joyas de la corona emocional. Como eso de: “Tengo esta edad tendría que estar en este lugar”. Mi vida es una mierda, pienso. Pero yo me siento gloriosa, plena, rica en experiencia, creciendo en el espacio tiempo, fluyendo en el Multiverso.
Y es ahí cuando aparece ese pensamiento recurrente de inservible, pequeña, mediocre, destalentada. Pensar y sentir van de la mano. Si lo piensas lo sientes y si lo sientes… pues eso. Aunque confieso que sentirme destalentada me da mucho gustito y mucha risa y me viene bien para este mi propósito de vida que es hacer reír a los seres humanos. Hacer algo que no te sale bien con un profundo interés de que salga bien, es una puerta a la comedia.
Así que, entre destalentos y puertas, una se aventura a crear y poner de manifiesto todo aquello que es susceptible de palpitar en su interior completamente condicionado por un exterior parcialmente desmembrado por el poder de…
Voy a dejar aquí este concepto porque ha sido un impulso creativo de encadenar palabras que juntas suenan de maravilla. ¿De qué hablábamos? ¡Ah! Sí, de puertas. El destalento como puerta al éxito. De la comedia, no el económico. ¿El éxito va ligado a lo económico?… Sí, pero yo soy multimillonaria del otro éxito el que se siente cuando haces lo que sientes, valga la redundancia.
Sudores de noche.
He titulado así esta sucesión pensamientos nocturnos, siendo yo más diurna que el alba, por esa intimidad que nos da la noche y ese despertar repentino empapada en sudor en ese lugar exótico que te brinda la madurez ovárica en sus últimos estertores. Tu cuerpo renueva sus votos con esta vida asimilando un concepto que es ineludible: Todo se acaba. Y porque todo se acaba todo es un comienzo permanente.
Así comenzamos este blog, hijo de otro blog anterior llamado: “Con faltas y a lo loco” Ha sido concebido en un momento en el que tu cuerpo ya no es capaz de hacerlo y en el que tu mente ha perdido su absolutismo y en la pirámide jerárquica mi intuición rota co-regenta el planeta Lombao y éste quiere decir muchas cosas.
Sirva esto como declaración de intenciones nos vemos por aquí, cuando yo quiera.
PD: Recordad que las faltas ortográficas forman parte de la vida y que la pena de muerte se abolió hace mucho tiempo.
PD2: No menosprecies a una mujer menopausica es capaz de subir el K2 en chanclas y tirantes.
